NO más violencia contra las mujeres es una campaña de AI en contra de la violencia de género.
Con ella AI dice que no hace campaña "a favor del aborto como derecho universal", ni juzga si es "justo o injusto", ya que se limita a pedir a los Estados lo siguiente: primero, que deroguen las leyes que castigan con la cárcel a las mujeres que aborten o lo intenten; y, segundo, que aseguren la asistencia sanitaria a las mismas en el caso de complicaciones derivadas de su práctica. Pero, en uno y otro caso, siempre y cuando la mujer sea víctima de una violación o su vida o salud esté en peligro si sigue adelante con el embarazo.
En España, que para la Iglesia es un país católico que no debería dejar de serlo, desde 1985 hay (y tras los gobiernos de Aznar sigue habiendo) tres supuestos en los cuales el aborto no es punible. Y precisamente dos coinciden con los que AI expone en su campaña en contra de la violencia sobre las mujeres.
Es evidente, por tanto, que la postura de AI es mucho más restrictiva que la del propio Estado español, que tiene despenalizado un tercer supuesto de aborto ("que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas") sobre el que AI no dice nada.
La reacción de la Iglesia Católica respecto de esta campaña en contra de la violencia de género de AI, expresada a través del Cardenal Renato Martino en el curso de una entrevista con la agencia estadounidense National Catholic Register y que fue trasmitida el miércoles por Radio Vaticano, fue pedir a los católicos que boicoteen a Amnistía Internacional por "abortista" y que, en consecuencia, no financien a la organización humanitaria.
Ser católico ya es de por sí muy difícil. Tanto, que nunca entenderé porque "algunos" se empeñan en complicarlo todavía más... Yo lo intenté durante años y no lo conseguí. Por ello, yo ya no me defino como católico. Simplemente digo que intento serlo. Y es que para mí, hace mucho tiempo que el catolicismo pasó de ser una mera y pobretona declaración de serlo a una sugestiva e importantísima cuestión de merecerlo.
Considerándolo así, resulta que después de cada examen de conciencia, que -por cierto- son muy saludables, siempre llego a la conclusión de que yo no lo merezco. Y no por una, sino por muchas razones. Por eso, desde un punto de vista religioso, hace mucho tiempo que yo sólo me defino como un humilde cristiano pecador con un moderado propósito de enmienda... De aquí no paso... porque no puedo...
Además, hoy descubrí otra razón, por lo menos de pensamiento:
Si, por las razones expuestas, AI es "abortista", es evidente que el Estado español también.
Si, por las razones expuestas, los católicos deberían boicotear a AI, es evidente que al Estado español también.
Si, por las razones expuestas, el boicot de los católicos a AI debe consistir en no financiarla, entonces al Estado español tampoco deberían financiarlo los católicos.
En consecuencia, si para la Iglesia Católica ello tendría que ser así, ¿entonces con qué dinero el Estado "abortista" español debería financiar a la Iglesias Católica? o, lo que es lo mismo, ¿puede la Iglesia Católica pedir que no se financie a AI por "abortista" cuándo la Iglesia Católica misma recibe financiación de un Estado más "abortista" que AI?
Yo me niego a seguir aplicando la tautología en la lógica... de la Iglesia Católica... para poder contestar... porque ahora mismo sólo soy capaz de alcanzar que este año tampoco voy a marcar la casilla de la Iglesia Católica en mi declaración de la Renta y que, además, voy a hacerme de inmediato socio de AI...
Por todo ello, pienso que en este video también habría que poner el "soplo" del Cardenal Renato Martino...
Y en este otro su imagen y su "voz"...
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