miércoles 20 de junio de 2007
Carta abierta al alcalde de Ares
En alta mar y al alba del 16 de junio 2007
Apreciable Julín de Ares:
Si dentro de unas horas, cuando tomes el codiciado bastón en tus manos, eres capaz de comprender que cualquier aresano puede desempeñar ese cargo tan bien como tu y que eres alcalde por designio de la suerte y también, quizá, por los trabajos y méritos de los que te siguen en esa lista cerrada...
Si hoy piensas que te debes a los aresanos mas débiles, a los niños y jóvenes con escaso horizonte, a los humillados por las injusticias, a los mayores e impedidos, a los que se ven obligados a tomar un taxi por las deficiencias del transporte colectivo, a los que a duras penas pueden preparar la comida en su casa y no te debes a los de tu partido ni a quienes trafican con el cemento y con las recalificaciones...
Si esta mañana aclaras a donde quieres llevar en el futuro el fiel de la balanza de los dineros municipales, repartiendo sabiamente lo que corresponde a fiestas, esparcimiento y promociones políticas encubiertas y lo que pertenece a los vecinos más menesterosos que sienten el aguijón del hambre en su cuerpo...
Si hoy percibes que tu pueblo es para ti aún más sagrado de lo que en la antigüedad fue el lugar de Lubre. Que Ares es el fruto de cientos de años de convivencia, de emigraciones judías y catalanas, de ilusiones y, también, de tantos y tantos días rotos, pero no es ni mas ni menos que la localidad vecina donde otros políticos también luchan por la vida y con quienes estás llamado a entenderte...
Si todo lo que sueñas para Ares, que lógicamente será bueno, eres capaz de ponerlo en cuestión cuando otros, ajenos al Partido, te demuestren razonablemente que hay asuntos mas urgentes y carencias que claman por una solución prioritaria, y estás decidido a no ejercer el "ordeno y mando"...
Si recuerdas que las vacas anoréxicas pueden llegar en cualquier momento y te muestras convencido de que no necesitas cambiar de coche y mucho menos de casa aunque alguien, bien intencionado, trate de convencerte de que el cargo exige una imagen digna (¿O es que no la tenías?)...
Si esta mañana no caes en la trampa de pensar que tu profesión es la política y que lo que importa es hacer méritos para el partido para que, en pago de aquellos servicios, te incluyan en las listas de los retirados en Bruselas, como ya pasó...
Si hoy, después de prometido el cargo, estás pensando en salir por la Avenida de Saavedra Meneses, igual que cualquier sábado, con los mismos amigos y las mismas costumbres, consciente de que el señor alcalde ha de pagar, de su bolsillo, la primera ronda, quizá, esta vez, en "Los Nanos", por aquello de dar ejemplo estrechando lazos...
Si esta mañana, al afeitarte, te miras en el espejo de Rivera Arnoso renunciando a su acta de concejal y no te olvidas de que otros no tienen la dignidad de hacerlo aún no ignorando que son ellos mismos la causa de sus repetidas derrotas...
Si tienes capacidad de olvidarte de las necias consignas partidistas y dedicas tu tiempo a discernir la proporción en que Ares puede ser turística, pescadora o industrial, poniendo los medios para ello y no te pliegas a tus mandos compostelanos a la hora de negociar en nombre de Ares, como está pasando con el ferrolano tema del Puerto de Caneliñas cuyo espigón sur afecta a tu territorio municipal o a la patata caliente del Monasterio, donde todo dios habla del edificio ocultando ladinamente donde están los libros que fueron de su biblioteca...
Si durante el día de hoy, mas que en aquellos que dentro del partido se dicen amigos y te auparon como candidato, piensas en tus padres, en aquellos primeros maestros que te desasnaron, en el amigo que te prestó el primer libro, en la pandilla con la que aquí mismo hacías tu vida y, ¡Ay!, hace tanto tiempo que no abrazas o quizá ni saludas ya, en tus compañeros de Facultad, en cuanto aprendiste en tus salidas de estudio a Hispanoamerica, al Norte y a Italia, viajes que te potenciaron como profesor, en las intranscendentes charlas de aquellas comidas rápidas en los chiringuitos pseudo italianos de Área Central, que también tuvieron su mérito...
Si amaneces el domingo con una lista de quienes están llamados a ser tus estrechos colaboradores, lista que habrás meditado en el profundo convencimiento de que lo fundamental es el equipo...
Si tienes valor para enmarcar esta carta y colgarla en lugar visible de tu despacho de regidor, para repasarla de vez en cuando...
Si cumples todo esto, Julio, serás un buen alcalde de Ares.
Más que eso, querido doctor Iglesias, ¡¡serás UN BUEN HOMBRE!!
Correo enviado a "A Voz de Chanteiro", firmado por "Yo no me acuerdo"
nosemeocurrenadahoy@hotmail.com
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