He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos...
lunes, 1 de diciembre de 2008
Witness for the Prosecution...
Un final que nos sorprende una y mil veces...
Cuando la ví por primera vez, siendo un niño, quedé hechizado por aquella voz en off que, mientras pasaban los títulos de crédito, me rogaba encarecidamente que no se lo contase a nadie...
Y ahora que lo pienso... ¡por ahora yo no se lo conté a nadie!
¿No es genial?
Ya es muy tarde. Duermo muy poco. Pero es de siempre y este recuerdo valió la pena. Buenas noches.
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