La verdad es que debí de ser un niño bastante complicadillo... Porque cuántos gatos vi dormir tranquilamente al sol encima de ese pozo!!! Y, la verdad sea dicha, a todos cuantos ví los intenté pillar desprevenidos para empujarlos para dentro!!! Es que de aquélla no había play station... Ni nada... Sólo palos, piedras... y gatos... Muchos gatos... Un poco de imaginación... Y poco más... Bueno... y la ribera, pero de marea llena no servía... Bueno... y también los cayucos, que no servían con la baja... Y el horno viejo, el río de la cachorra, las lianas del petelo, el castillo, las inundaciones, el parque del lago, la junquera, las cabañetas... Los ducados, el águila, el record y chisqueiros del tiro... Arcos de vara y bramante, flechas de varilla de foguete y tirabalas de gayas y grapas... Guerras de el porto contra el lago y los de la medianía pues en la medianía... Balones de Viñalar y Coes... Bolinches, cubanitas y apolillones... Espiches... Galopas, coladeras y chinques... Pingüinos y cintos... Huevos, picos y arañas... Arriba facus... Y la cerilla, con la que robábamos un beso... Pavis pavos a filla do rei casada con vos merda pa vos en quén escolledes vos??? Jopa!!! Pues ahora que lo pienso... Sí que tuvimos lo suficiente para ser felices!!! Muy felices!!! Jopa!!! Pobres gatos!!!
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