
Los ciudadanos estadounidenses pusieron fin esta semana a la pesadilla capitalista en que vivían. ¿Quién habría sospechado que el adalid de los neocons y el liberalismo, George W. Bush, fuese en realidad un Bolchevique agazapado, destinado por la providencia a sentenciar el fin del capitalismo salvaje y anunciar la tierra prometida del socialismo del "real", y encima recibir el aplauso de todos las Bolsas (y los bolsas) del mundo?
Via Globo Terror.
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