Creo que la renovación no es un bien absoluto. Y mucho menos si se usa en un exclusivo sentido generacional. Si Moreda es el militante más antigüo del PSdeG, Lage creo que lleva militando casi veinte años y lleva tres legislaturas consecutivas en el parlamento gallego. Eso, a priori, creo que no es ni bueno ni malo para ninguno de los dos. Es más, a priori, creo sinceramente que a ambos les honra su trayectoria. Por ello creo que lo más importante son las ideas y si quien las expone es merecedor o no de la necesaria confianza para votarlo, ya que con dicha confianza les otorgamos o no la credibilidad para llevarlas a cabo.
Llegados a este punto, es evidente que Julián Besteiro, por ejemplo, le ganaría por goleada tanto a Moreda como a Lage, a pesar de que ahora tendría... 139 años!!! y parecería que no representa ninguna renovación, sobre todo si sólo atendemos a su sentido puramente generacional, puesto que llevaría militando en el PSOE desde... 1912!!!
Pero como Besteiro no puede presentarse, hay que elegir entre Moreda y Lage. Pero también, ¿cómo no?, entre los equipos que uno y otro formarán... y las ideas que ambos dicen representar.
Y es aquí donde entran sus proyectos y nuestra confianza en ellos. Es decir, la credibilidad que como electores les daremos a uno u otro para dirigir la novedosa estructura provincial coruñesa.
En consecuencia, sinceramente pienso que por el mero hecho de ser Lage más joven, no tiene porque representar necesaria y exclusivamente ninguna renovación, máxime cuando es evidente que hay militantes y cargos de larga trayectoría en el partido que también lo apoyan, al igual que a Moreda también lo apoyan militantes y cargos jóvenes de novísima impronta. Habida cuenta, además, que todo el mundo conoce tanto veteranos poseedores de las mejores virtudes de cambio de modelos e idéas (verdadera renovación, ya que lo "otro" se reduce a un mero cambio de personas y, por ello, a un "quítate tú porque me toca"), como jóvenes poseedores de los peores defectos de siempre... de toda la vida... y, por supuesto, viceversa.
En suma, se trata de elegir lo que creemos que es lo mejor para el partido y, por supuesto, sin menospreciar a ninguno de los dos candidatos y, menos aún, por caer en el inmenso error de considerar una rémora o un lastre las dilatadas trayectorias de fidelidad y servicio al PSdeG de muchos de nuestros militantes y cargos de los que todos, absolutamente todos, debiéramos estar orgullosos, sobre todo cuando, además, ellos quieran, y los demás consideren que aún pueden, seguir aportando mucho más.
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